*Información para conductores

Los beneficios del nitrógeno se basan en que, a diferencia del aire normal, prácticamente no cambia de presión a pesar de los cambios de temperatura que experimente el neumático por su uso, o por la climatología. Al no cambiar la presión, un neumático bien hinchado con nitrógeno se comportará de la mejor forma posible esté circulando en verano, en invierno, o nada más arrancar por la mañana que tras haber recorrido 100 km. Así, las prestaciones de agarre, consumo o ruido serán óptimas sin importar la temperatura.

El nitrógeno garantiza que la presión del neumático no cambiará por el uso o la climatología, pero no evita las pérdidas de presión a través de la válvula o por un escape. El conductor deberá seguir haciendo las revisiones de presión periódicas como con el aire normal.

Partiendo de la base de que todos los neumáticos, aunque estén en perfecto estado, pierden presión a largo plazo, el usuario que ha puesto nitrógeno en sus neumáticos debe saber que en algún punto deberá volver a inflarlos. En caso de no encontrar un punto de venta de nitrógeno, podrá mezclar sin problemas el aire normal con el nitrógeno, aunque las prestaciones iniciales de este último se irán perdiendo según aumente la cantidad de aire normal.

¿Aire normal o Nitrógeno?: la recomendación

Recomendamos a todos los usuarios que realicen una conducción normal, sin buscar los límites de los neumáticos habitualmente, que usen aire normal, que es gratis incluso en la mayoría de las gasolineras. Eso sí, revisando la presión periódicamente, una vez al mes como mínimo y siempre que se vaya a cargar mucho el vehículo o realizar un viaje largo.

El nitrógeno es un gas caro que tiene unas prestaciones difíciles de sentir en la conducción cotidiana, si no se llevan los neumáticos a un uso extremo que haga subir la temperatura repentinamente. Por ello, vemos adecuado el uso de nitrógeno –aunque no imprescindible- en vehículos deportivos que realizan sesiones de circuito, por ejemplo, donde los neumáticos cambian repentinamente de temperatura, y el conductor necesita que las prestaciones del neumático sean las mejores posibles en todo momento.

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