En el cambio de pastillas de freno y discos no es posible generalizar y dar un momento concreto en kilómetros que sirva para todos los coches. Es algo que depende mucho del tipo de coche y de la utilización que haga el conductor. En general, sí podemos decir que si usas mucho el coche en ciudad se desgastan antes que viajando por carretera.
Como término medio, hay que controlar o estar pendiente del desgaste a partir de los 25.000 km. También hay que decir que las pastillas delanteras se desgastan mucho más que las traseras, sean discos o tambores. Alrededor de dos veces más, es decir, las traseras duran el doble que las delanteras como mínimo.
Para comprobar de forma visual el desgaste de las pastillas delanteras, mirando el grosor de las pastillas veremos si el material que entra en contacto con los discos se está acabando y llegando al límite de uso. Hay que evitar conducir con unas pastillas muy desgastadas, porque los discos pueden sufrir desgaste. Si no sabes cómo mirar el grosor de las pastillas, acude a un mecánico profesional para que te enseñe cómo mirarlo y controlarlo. En vehículos con llantas de acero o con llantas de aleación que tengan orificios pequeños es posible que sea necesario quitar la rueda para mirar. En los frenos de tambor hay que abrir el tambor para acceder a las pastillas.
Y los discos… ¿cuándo se cambian?
En general, si se cambian las pastillas a tiempo, se evita el desgaste prematuro de los discos, que normalmente pueden llegar a durar mucho, incluso toda la vida del coche en algunos casos. Cada vez que se cambien las pastillas habrá que revisar el estado del disco y su posible desgaste. Los discos tienen un grosor mínimo predeterminado y en el taller pueden comprobar mediante una medición con un calibre si el disco baja de ese grosor, en cuyo caso habría que sustituirlo.
Además del desgaste por contacto de las pastillas, el disco puede deteriorarse por alabeo por excesivo calentamiento, por ejemplo. El alabeo se detecta muy fácilmente con una fuerte vibración en la dirección cuando se frena. En los discos de freno perforados de los coches deportivos, en casos muy extremos de utilización, hay que buscar grietas que puedan salir de los orificios de ventilación.
Fte. motor.mapfre.es