*Información para conductores
Los dispositivos electrónicos que equipan los vehículos actualmente han hecho nuestra conducción más segura, en especial cuando las condiciones climatológicas (lluvia, hielo, nieve, niebla…) y de la vía se complican. Destacamos cinco sistemas que ayudan a contrarrestar las principales dificultades en carretera durante el invierno: la falta de adherencia y de la visibilidad.
ABS, antibloqueo de ruedas.
En una frenada de emergencia, el sistema antibloqueo de frenos impide que se bloqueen las ruedas y permite al conductor conservar el control sobre la dirección del coche. Muchos coches actuales incorporan un ABS con dispositivo de asistencia de la frenada, que acorta el tiempo de reacción.
ASR, control de tracción.
Este sistema ayuda a arrancar desde la posición de parado en suelos deslizantes sin que las ruedas patinen. Ideal para salir de un apuro en pendientes heladas.
ACC, control de crucero.
Capaz de frenar y acelerar el vehículo de forma autónoma para mantener la distancia de seguridad, especialmente necesaria en época invernal, respecto al vehículo que va delante. En cualquier caso, no impide al conductor intervenir sobre freno y acelerador.
Faros adaptativos.
Proporcionan una mejora notable de la visión para el conductor. Una videocámara mide la luminosidad ambiental, calcula la distancia a otros vehículos y activa automáticamente las ‘largas’ o ‘cortas’ para optimizar la visibilidad, e incluso las inclina para no deslumbrar a otros usuarios. Algunos sistemas actúan en función de la climatología, el estado de la carretera, si la velocidad aumenta o disminuye…
Inflado automático.
Un sistema que mantiene las ruedas con la presión correcta mediante una mini-bomba de aire y un sensor para activarla en caso de necesidad. Se acabaron los peligros de circular ‘deshinchado’.
Fte: DGT