*Información para conductores.
El British Medical Journal ha publicado recientemente un estudio dirigido por el sociólogo David Phillips, de la Universidad de San Diego, en el que se concluye que no hay combinación inocua entre alcohol y conducción; a ningún nivel.
Los conductores que han consumido alcohol, incluso por debajo de los niveles permitidos, son más frecuentemente acusados por accidentes mortales que aquellos conductores que no han consumido nada de alcohol. Tras analizar datos de más de 570.000 accidentes mortales entre 1994 y 2011, han llegado a la conclusión de que conductores con tasas de alcoholemia del 0.01% tienen un 46% más de posibilidades de ser acusados formalmente de provocar accidentes de tráfico que aquellos que no han consumido nada de alcohol.
Es muy peligroso que la tasa máxima de alcohol permitida por ley sea mayoritariamente percibida como una barrera por debajo de la cual el alcohol es inocuo en la conducción. Y no es así. No hay un efecto umbral, no hay ningún salto entre índices de alcohol dañinos y no dañinos. Progresivamente, según se incrementa la tasa de alcoholemia, se incrementa la siniestralidad.
“No hay combinación segura entre alcohol y conducción. No hay ningún punto en el cual sea inofensivo ponerse al volante tras haber ingerido alcohol”, concluye al autor del informe
Este estudio corrobora la actual campaña de las autoridades de tráfico norteamericanas, “Buzzed driving is drunk driving”, que se podría traducir como “conducir achispado es conducir bebido”.
Fte: Mapfre