*Información para conductores.
Además de preparar el coche para el invierno, también hay que realizar un mantenimiento durante esta época que te ayudará a alargar la vida del vehículo, evitar problemas y mejorar tu seguridad en la conducción. Hay algunos trucos que pueden servirte de ayuda.
Puede parecer básico, pero si tienes garaje o puedes aparcarlo bajo techo, no lo dudes. El coche «sufre» mucho más las inclemencias de las bajas temperaturas en las noches invernales que en cualquier otra estación, especialmente la batería, pero también la carrocería y la pintura, a la que las heladas no les sienta nada bien.
Más que de cara al mantenimiento, pensando en el confort y la comodidad –y también en el ahorro–, si al final tienes que dejar el coche en la calle y por la mañana te sorprende el hielo en el parabrisas, procura utilizar rascadores especiales que no arañen el cristal. Una tarjeta de crédito puede ser una buena alternativa, pero lo mejor es cubrir por la noche el parabrisas con un cartón o un parasol de esos que se usan en verano.Nunca intentes acelerar el proceso de eliminar el hielo utilizando agua caliente sobre el parabrisas, y tampoco hagas como muchos conductores, que activan el limpiaparabrisas hasta que eliminan el hielo, pues reduces la vida útil de las escobillas.
Las escobillas del limpiaparabrisas pueden dejar de «barrer» bien producto de la suciedad que se va acumulando. Si no las has cambiado antes de llegar el invierno toca hacerlo, pero si son nuevas y no limpian bien, pasa un trapo humedecido en alcohol por la goma.
Aunque llueva, es muy importante pasar por el túnel de lavado de vez en cuando también durante el invierno. En esta época se utiliza sal en las carreteras para combatir las heladas, y los depósitos de sal no son buenos amigos de la carrocería, pues aceleran la corrosión.
Revisa periódicamente los niveles del motor, y si tienes que reponer líquido refrigerante, asegúrate de utilizar la proporción de anticongelante correcta, no lo hagas sólo con agua. Al primer síntoma de fatiga al arrancar por las mañanas, comprueba el estado de la batería para no llevarte una sorpresa justo ese día que tienes más prisa.
Y en cuanto a los neumáticos, reajusta las presiones. Con bajas temperaturas la presión de las ruedas disminuye y para compensar ese efecto lo normal es que tengas que añadir hasta 0,2 bares de presión respecto a las que llevabas con tiempo más cálido.
Fte: motor.mapfre.es