Información para conductores
Fumar suele distraer más de lo que parece. Cuando fumas en el coche piensa en esos instantes en los que buscas la cajetilla del tabaco, sacas un cigarro, buscas el encendedor, lo enciendes… Si apartas la mirada de la carretera, piensa que en un segundo que no estás mirando hacia delante, por ejemplo en autopista a 120 km/h, tu coche ha avanzado 33,3 m sin que tú te hayas dado ni cuenta.
Piensa también que durante los minutos que dura el cigarrillo vas a tener una mano ocupada con algo que no te va a permitir controlar de la misma manera el volante, los intermitentes, el cambio… privándonos de libertad a la hora de hacer algún movimiento.
Además el cigarrillo te puede jugar una mala pasada, si por ejemplo intentando desenvolverte con los mandos del coche se te cae, te quema y te asustas, teniendo una reacción que puede desestabilizar el coche o hacer que dejes de mirar a la carretera.
Hay otros inconvenientes que pueden afectar a tu capacidad de conducción de manera indirecta: el tabaco suele acelerar la deshidratación de nuestro cuerpo, lo cual disminuye la capacidad de atención y la velocidad de reacción de nuestro cerebro, y además el humo que se concentra dentro del habitáculo puede irritarte los ojos, perdiendo capacidad visual temporalmente.
Si fumas en tu coche recuerda también que nunca debes tirar la colilla por la ventanilla.
También, si eres padre/madre y vas en el coche con tus hijos, piensa que es un espacio muy pequeño y cerrado, donde se concentra el humo. Diferentes estudios médicos y universitarios han comprobado que se retienen y mantienen durante muchas horas diversas sustancias nocivas que contiene el humo del tabaco (monóxido de carbono, nicotina, alquitrán, etcétera).
El tabaco que tú fumas como adulto no debería afectar a los niños, que son muy sensibles a su humo. Está comprobado que causa múltiples problemas a su salud, a sus pulmones sobre todo: menor capacidad pulmonar, más fatiga, tos crónica, asma, alergias… Algunos estudios estiman que el riesgo de padecer cáncer de pulmón de adulto se multiplica hasta por cuatro si de niño se ha estado expuesto al humo del tabaco.
Nuestro consejo es que si fumas, mejor intentes no hacerlo mientras conduces, y esperes a llegar a tu destino o bien a cuando realices una parada en el viaje para estirar las piernas y descansar unos minutos.
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