*Información para conductores
1. Por poco alcohol que tomemos, la influencia en nuestros reflejos es apreciable desde la primera gota. A unos les afecta mucho más que a otros dependiendo de la costumbre, del peso, del porcentaje del alcohol en la bebida y del estado físico.
2. Cuando vamos a conducir, sea la hora que sea, no se debe ingerir alcohol. Está demostrado que incluso en cantidades que podrían considerarse legales afecta al sistema nervioso, reduce la atención en la carretera y aumenta el tiempo de reacción en caso de un imprevisto.
3. No tomar «ni una gota» equivale a disminuir los riesgos de una forma muy importante en aquellas personas que sean más sensibles a su ingesta. Los bebedores más acostumbrados, en cambio, pasan por fases de aumento de la confianza, lo que también es un peligro para la conducción.
4. Según la DGT el alcohol multiplica los riesgos de sufrir un accidente. A partir de 0,3 gramos por litro de sangre los duplica. Entre 0,5 y 0,8 gramos de alcohol en sangre –lo que ya resulta punible-, multiplica por cinco los riesgos. Entre 2,5 y 3 gramos llega a ser 40 veces más probable sufrir un accidente.
5. Los efectos del alcohol en los conductores son claros. Afectan al rendimiento psicomotor, distorsionan la percepción de las distancias y aumentan el tiempo de reacción. También puede aumentar la agresividad y las decisiones imprudentes.
6. Quienes han estudiado los efectos del alcohol en los conductores suelen ser tajantes y se ponen a favor de prohibir cualquier consumo de alcohol antes de conducir. Suelen apoyarse en la particularidad de que no afecta a todos por igual.
7. Buscar alternativas a conducir tras haber bebido es la mejor manera de comenzar a concienciarse. El transporte público o alternarse no beber un día con otro conductor son la mejor solución.
8. En Europa se aplican tasas de alcohol en sangre parecidas a las establecidas en España. Pero países como Rusia o Hungría tienen prohibido el consumo si se conduce.
9. La educación es lo más efectivo. Si quieres que un joven o un menor, cuando le llegue la hora de sacarse el carnet, no beba antes de conducir, lo mejor es enseñar con el ejemplo. De la misma forma que con el cinturón de seguridad en el coche.
10. En 2011, un 20% de los conductores que hicieron el test de alcoholemia dieron valores por encima de los niveles establecidos. La estadística es terrible. Un 73% de los fallecidos en accidente de tráfico había consumido alcohol. De éstos, un 77% superaba los 1,2 gramos de alcohol en sangre.
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