*Información para conductores.
Lo mejor es realizar un trayecto de unos 30 ó 40 km antes de ir a la ITV practicando una conducción algo más «alegre» en vez de una conducción ecológica. No, no se trata de ir «de carreras», simplemente apura un poco las marchas antes de cambiar a una superior. Una vez en autopista, recorre unos cuantos kilómetros por ejemplo utilizando tercera o cuarta velocidad, buscando que el motor gire entre 3.000 y 3.500 rpm. Al motor no le va a pasar nada incluso aunque te aproximes a su régimen máximo de giro, que e los diésel suele estar en 4.000 rpm.
Es muy importante que al llegar a la ITV el motor ya tenga temperatura. Y tampoco viene mal dar unos acelerones en parado antes de que te toque, sobre todo si has tenido que estar mucho tiempo esperando turno con el motor encendido.
Otra posibilidad si aun así tu coche da problemas por exceso de humos es utilizaraditivos de los que venden en las gasolineras. Pero ojo, no se te ocurra recurrir al antiguo truco de poner un poco de gasolina en el depósito, eso se hacía hace muchos años, cuando los motores diésel no tenían la electrónica ni los sistemas de descontaminación como los filtros de partículas que tienen ahora. Podrías causar una avería grave en el sistema de inyección.
En cuanto a la prueba de humos en sí, la normativa contempla que sean los propios operarios de la ITV los que realicen la prueba, comprobando primero que el motor tiene la temperatura adecuada y que el nivel de aceite es correcto. Luego realizarán dos o tres aceleraciones en vacío llevarmdo el motor desde el ralentí a su corte de inyección. Así que si te piden que bajes del vehículo para realizar ellos mismos la prueba has de saber que no puedes negarte, y aunque visto desde fuera pueda parecerte una prueba algo «agresiva», tampoco debes preocuparte: en todo momento tienen controlado hasta qué régimen pueden subirl las revoluciones, y el motor de tu coche no va a sufrir por ello.
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